Las cucarachas son insectos que poseen una gran habilidad tanto para nadar como bucear. Se ha desmotrado que hay especies que pueden sobrevivir bajo el agua durante más de 30 minutos.

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Existe la creencia popular y una gran multitud de páginas web afirmando que la piel de naranja repele a las cucarachas, pero, ¿es realmente un método efectivo contra la plaga de cucarachas?

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Está comprobado científicamente que las cucarachas no solamente tienen memoria, sino que además tienen capacidad de aprendizaje, pudiendo llegar a realizar asociaciones visuales olfativas. Además, pueden orientarse en un laberinto aprendiendo a diferenciar la derecha de la izquierda.

En su medio natural, estos pequeños insectos realizan un papel fundamental, descomponiendo la materia orgánica o actuando como agentes polinizadores de las plantas. Los problemas surgen cuando entran en nuestros hogares en busca de comida y agua, dónde el control de hormigas puede llegar a ser muy complejo.

En la península ibérica tenemos alrededor de 300 especies de hormigas, 17 de las cuales son exóticas, procedentes de otros continentes. Aunque las hormigas se encuentran entre las plagas más frecuentes, muy pocas especies causan problemas. La mayoría de especies de hormigas viven en el campo y casi nunca las veremos en el interior de un edificio por qué no encuentran en él su hábitat óptimo.

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Las especies que pueden observarse dentro de las casas son a menudo especies invasoras, exóticas, que en el campo no pueden competir con las especies nativas y aprovechan las condiciones que les ofrecemos en el interior de las casas para proliferar. Sigue nuestros consejos y evita que las hormigas entren en tu propiedad.

La prevención es la mejor estrategia para evitar problemas con las hormigas en el interior de las casas. Deben centrarse los esfuerzos en eliminar los factores que pueden favorecer su proliferación sellando las vías de entrada y eliminando sus fuentes de comida y agua.

• Una buena limpieza de la cocina y el comedor es esencial para eliminar las fuentes de alimentación.
• Limpiar regularmente los estantes donde se almacena la comida, sobre todo si hay alimento derramado.
• Lavar los platos inmediatamente después de las comidas para eliminar los restos de comida de los platos.
• Mantener limpios, sin restos de comida, los electrodomésticos (tostadoras, p.ej.) y debajo y detrás de éstos (refrigeradores, cocinas, etc.).
• Mantener en recipientes cerrados los alimentos que puedan atraer las hormigas (azúcar, miel,  etc.).
• No dejar durante la noche comida y agua para los animales domésticos.Vaciar con frecuencia los cubos de basura.
• Reparar las fugas de agua y eliminar las fuentes de humedad.
• Sellar grietas y agujeros en las paredes que puedan favorecer la entrada de hormigas desde el exterior.
• Evitar plantar árboles y arbustos cerca de los edificios. Muchas especies de hormiga están asociadas con plantas que contengan poblaciones importantes de pulgones.

Es importante saber distinguir las termitas aladas de las hormigas voladoras, porque no es lo mismo una infestación de termitas que de hormigas, dado que los métodos y herramientas para erradicar sus plagas son diferentes.

Principales similitudes

Una de las principales características entre ambas especies es que son animales sociales, que viven, básicamente, en familia, en nidos y en colonias. Además, estos nidos, al cabo de un tiempo, generan individuos alados, que realizan vuelos nupciales o enjambrazones.

Estos bailes se llevan a cabo tanto en primavera como en otoño, en ambas especies, por lo que es más sencillo, todavía, confundirse.

Existen tres diferencias morfológicas principales:

• Primera diferencia: las alas. 

Las alas de las hormigas son SIEMPRE translúcidas y tienen una pequeña mancha en la parte anterior del ala (Pterostigma); las de las termitas pueden ser tanto translúcidas como opacas, y no presentan ninguna mancha. También, ambas presentan dos pares de alas, pero el segundo par de alas en las hormigas es más pequeño que el primero. En reposo, las alas de las termitas quedan superpuestas, unas encima de otras, y en las hormigas quedan separadas.

• Segunda diferencia: las antenas.

La posición de las antenas en cada especie es muy distintivo. Las hormigas doblan sus antenas, hasta formar ángulos de 90 grados, pero las termitas las mantienen siempre rectas.

• Tercera diferencia: la «cinturilla».

Una diferencia algo más sutil es la presencia de una  «cinturilla», que sería como un estrechamiento producido entre el tórax y el abdomen. Las hormigas lo tienen, pero las termitas no.

Esperamos que este pequeño artículo comparativo os sea de utilidad  para distinguir, a la perfección, las hormigas voladoras de las termitas aladas.

La casta de las obreras es la más abundante de los hormigueros y una de sus principales tareas es la de recolectar comida para la colonia. La mayoría de las ocasiones las hormigas que se observan deambulando por las casas son obreras en busca de alimento, capaces de recorrer largas distancias desde el nido.

Los alimentos que son encontrados por hormigas dentro de casa suelen requerir de un reclutamiento masivo de individuos. Cuando una obrera localiza la comida, vuelve al nido dejando una traza en el substrato de una substancia química llamada feromona de reclutamiento, que comunica a las demás compañeras de nido la ubicación exacta del alimento encontrado en el interior de casa.

Entonces, se inicia el reclutamiento masivo de obreras, que rápidamente se acumulan en gran cantidad en la fuente de alimento.

Las hormigas que se encuentran en el interior de las casas pueden proceder, o bien de nidos ubicados en el interior de la vivienda, o bien de nidos ubicados en el exterior. Lo más normal es que los nidos estén en el exterior de la casa y las obreras se introduzcan en el interior en busca de alimento, pero en algunas ocasiones, pueden nidificar en el interior de nuestra propia casa.

La mejor forma de saber si vienen del exterior o del interior de las casas es abstenerse de eliminarlas en cuanto se detectan y observar hacia donde se dirigen. Las hormigas que nidifican en el interior de las casas pueden hacerlo en distintos lugares dependiendo de la especie, aunque tienen tendencia a hacerlo en zonas con humedad, como la cocina o los baños.

En general, pueden realizar sus nidos en falsos techos, debajo de baldosas, en macetas de plantas, tras los tableros o placas eléctricas, entre las paredes, debajo de los suelos, o en estructuras de madera. Otra pista inequívoca de nidificación en casa es la presencia de gran cantidad de hormigas aladas en el interior.

Existen algunas medidas preventivas para combatir una plaga de hormigas en casa. Una buena forma de combatir la plaga si las hormigas se introducen en la casa desde el exterior es sellar cualquier posible entrada en el hogar, prestando especial atención a ventanas, puertas y grietas.

Otra buena forma de prevenir que una plaga de hormigas entre en casa es evitar posibles fuentes de alimentación. Para ello es básico mantener los residuos en cubos de basura bien tapados y mantenerlos siempre limpios, no dejar platos sucios ni restos de comida y mantener la comida debidamente almacenada, sobre todo los productos azucarados como la miel o el azúcar, o aceitosos como la mantequilla u otros productos grasientos, ya que son muy atractivos para la mayoría de especies de hormigas. Así mismo, en caso de tener mascotas en casa, es muy importante mantener la comida bien cerrada y los comederos alejados de las zonas más frecuentadas por las hormigas.

La eliminación de fuentes de humedad también ayuda a combatir las plagas domésticas de hormigas, ya que la mayoría de especies necesitan humedad para no deshidratarse. Mantener siempre seco el fregadero, o los lavamanos de los baños, puede ayudar a restringir las fuentes de humedad disponibles en casa.

Descubre más consejos para evitar la entrada de hormigas en casa.

Todos estos consejos pueden ser de utilidad cuando la invasión es leve, pero en casos de infestación grave en el interior de casa, el mejor remedio es contactar con un técnico especialista en control de plagas, ya que estos expertos tienen los conocimientos necesarios para el control de hormigas, por lo que pueden planificar un tratamiento a medida en función del alcance de la invasión, la especie concreta de hormiga que causa la plaga, y la localización de los nidos, que son factores determinantes para una rápida y efectiva eliminación del problema.

Algunos de los remedios clásicos que algunas personas usan para deshacerse de las hormigas que tienen en sus jardines es tirar agua hirviendo en la entrada del nido.

El mecanismo es fácil: el agua se cuela por las galerías del nido eliminando a cualquier hormiga que se cruce en su camino, pero ¿realmente se puede eliminar un nido de hormigas simplemente con agua hirviendo? ¿Se trata de un arma efectiva contra estos insectos sociales, o de tan sólo un mito que puede acabar en una chapuza?

Lo más probable es que cualquier hormiga, por resistente que sea, muera al entrar en contacto con agua hirviendo. El problema es que un nido puede tener centenares o miles de individuos, y por tanto, eliminar las pocas hormigas que entren en contacto con el agua hirviendo no terminará con la colonia.

Además, el calor del agua se disipa a medida que entra en contacto con la superficie del hormiguero, por lo que el resultado acaba siendo similar al del efecto de la lluvia. Debemos tener en cuenta que un hormiguero puede alcanzar los 5 metros de profundidad, por lo que resulta imposible que el agua que se lance por una obertura acabe inundando todo el nido.

Por lo tanto, el uso de una táctica tan ruda contra unos insectos que nos llevan varios siglos de evolución por delante es claramente ineficaz. Usar agua hirviendo contra una plaga de hormigas solamente acabará con el césped del jardín.

Uno de los riesgos que entraña convivir con colonias de roedores en nuestro establecimiento hostelero es el grado de destrucción que pueden ocasionar en infraestructuras. En su afán por roer, ratas y ratones pueden comprometer la estabilidad de muchos elementos estructurales. El mordisqueo constante de cables, cañerías, paredes, vigas… no sólo supone tener que invertir ciertas cantidades de dinero en su reposición (algunas de ellas millonarias), sino que es motivo de mayores contratiempos -y peligros- como causar inundaciones, incendios o un mal funcionamiento del equipamiento del negocio.

Peor panorama supone cuando estas plagas, en restaurantes y bares, inciden directamente en la salud. La actividad alimentaria de los roedores, la plaga más común, pone en riesgo un pilar tan fundamental como es el bienestar de las personas, y eso es algo que no podemos permitir.

Cuando deciden salir a por comida, mayormente durante la noche, aunque si ésta escasea, pueden salir a cualquier hora del día; los roedores se mueven por toda superficie sin importar la salubridad e higiene de éstas. Todo lo que se interpone en su camino y con todo lo que se rozan su cuerpo, patas o cola, queda contaminado por los patógenos y bacterias que llevan consigo. Asimismo, no podemos obviar los microorganismos que pueden transmitirse a través de sus excrementos.

Salmonelosis, peste, tifus, listerosis, E.coli… son sólo algunas de las enfermedades que pueden causar las plagas de roedores en su particular actividad tras causar daños en los alimentos y en los utensilios que usamos para tratarlos.

Cada año se producen más de 8.000 intoxicaciones alimentarias en nuestro país, la mayoría en bares y restaurantes, debido a la mala gestión del control de plagas en la que incurren los responsables de estos establecimientos. La peor parte, como decíamos, se cierne sobre la contaminación alimentaria, y es que ante el riego para la salud que supone, conviene evitar que esto suceda. Por responsabilidad y porque, en igual medida, un simple caso de contagio de cualquier enfermedad, debida a la existencia de plagas en nuestro bar o restaurante; repercutirá de forma fatal en aspectos como la imagen de éste: pérdidas económicas, mala reputación, cierre del negocio…

Los roedores son una de las plagas en restaurantes y bares más frecuentes y más peligrosas para garantizar la seguridad alimentaria. Frenar su asentamiento y acabar con la problemática de raíz, depende de nuestro compromiso para con nuestros clientes y de contar con la experiencia de una empresa especializada, que tome las medidas y procedimientos adecuados para erradicarlos.

Las ratas y los ratones se pueden introducir en casa colándose por pequeños orificios, como por ejemplo a través de grietas o agujeros, por los espacios que hay bajo las puertas, a través de cañerías o por los espacios entre el cableado eléctrico. También pueden entrar realizando la entrada ellos mismos, por ejemplo excavando un túnel del exterior de la casa al interior, o realizando un agujero de acceso en materiales fácilmente roíbles como el plástico, el yeso o la madera.

Los roedores comensales suelen introducirse en las casas en busca de comida, agua o alojamiento. Debido a que estos animales pueden transmitir enfermedades graves, destrozar bienes materiales o morder, su presencia en los hogares no es bienvenida. Pero, ¿cómo podemos saber si nuestros hogares están infestados por roedores? Detectar la presencia de ratas o ratones en casa no es complicado si se sabe identificar los signos de su presencia.

1. Excrementos y orina. La presencia de excrementos u orina son buenos indicadores de la presencia de roedores en casa. Los excrementos frescos son negros, brillantes y arcillosos, mientras que los antiguos son grisáceos, polvorientos y ruedan con facilidad. En cuanto a la orina, debido a que los roedores suelen orinar mientras están en movimiento, los rastros que dejan son lineales. Además, suelen generar un profundo olor a amoníaco cuando la infestación es importante.
2. Objetos roídos. Los roedores se caracterizan por poseer dos pares de dientes incisivos que no paran nunca de crecer. Por ese motivo, estos animales tienen la necesidad diaria de roer materiales con el fin de mantener los incisivos cortos y afilados. Las ratas también roen para realizar entradas u obtener alimento. Por tanto, un indicador seguro de la presencia de roedores en el hogar es la presencia de marcas de dientes en alimentos, cables, materiales de construcción o en los bordes de las vigas.
3. Manchas o borrones en superficies. Como resultado del contacto del cuerpo del roedor con la superficie, los roedores suelen dejar manchas de color gris oscuro a lo largo de los caminos que usan para ir de los refugios a la fuente de alimento o agua. Las marcas recientes manchan si se tocan, mientras que las antiguas tienen un aspecto quebradizo y se desprenden en escamas cuando se rascan.
4. Presencia de madrigueras. Las ratas construyen madrigueras para nidificar o refugiarse. La rata común realiza madrigueras subterráneas, normalmente con la entrada fuera de los hogares. Ésta se puede encontrar en montones bajo tierra, a lo largo de paredes, bajo montones de basura o bajo losas de hormigón. La rata negra o del tejado realiza sus madrigueras en áticos o dentro de las paredes.
5. Sonidos. Los roedores son animales con actividad nocturna. Su presencia puede delatarse fácilmente por el sonido de individuos, corriendo, luchando, royendo o rascando materiales durante la noche. Además, las crías suelen comunicarse mediante chillidos, muy perceptibles sobre todo por la noche en zonas tranquilas.
6. Observación de individuos vivos o muertos. La observación de ratas vivas o muertas es un signo seguro de infección por roedores comensales. Cuando se observan corriendo durante el día es un indicador de poblaciones muy grandes o que los individuos están enfermos o envenenados. Los cadáveres momificados pueden indicar una infestación antigua, mientras que la presencia de muchos cadáveres recientes sugieren que la población está enferma o envenenada.

La presencia de roedores en cualquier bar o restaurante es, sin lugar a dudas, un riesgo para estos establecimientos. La aparición y asentamiento de ratas y ratones es un conflicto para el negocio, no sólo por los peligros que representa a nivel económico o para la reputación de estos, sino por la gran amenaza que deviene contra la salud pública.

Lo primero que debemos tener en mente es que, sea del tipo que sea la plaga, la aparición de una -en instalaciones de esta índole- debe subsanarse con el fiel cumplimiento de la ley, que ordena contar con la contratación de una empresa de control de plagas especializada que acabe con ellas. En este caso concreto, hablamos de especialistas en plagas de roedores.

Debe evitarse que los propios encargados y empleados intenten terminar con la plaga por ellos mismos. El desconocimiento sobre las dimensiones de la plaga, las particularidades de la especie concreta que nos acecha, y de la propia inteligencia de estos seres, capaces de eludir las trampas; pueden cooperar en su expansión, en lugar de exterminio. Cumplir con las normas de seguridad estipuladas y no jugárnosla con la erradicación de estas plagas en bares y restaurantes, nos permitirá disfrutar de nuestro negocio, mucho más tiempo, de la forma correcta.

Una de las normas de seguridad alimentaria de obligado cumplimiento, como decíamos, para bares y restaurantes -en materia de plagas- es la de garantizar que una empresa de control de plagas certificada realice las tareas de control y prevención de éstas, cuando así sea necesario. Es decir, ante la sospecha de sufrir la presencia de cualquier ser, en este caso concreto, de ratas y/o ratones, y hacer la pertinente detección y prevención previas; debemos ponernos en contacto con los expertos y dejar que sean ellos quienes se hagan cargo de la situación, analizando la problemática en cuestión según las necesidades de cada establecimiento, y aportando las medidas y tratamientos oportunos -para cada uno de ellos- en la eliminación de los roedores.

Detectar la presencia de cualquiera de estas plagas en restaurantes y bares y dejar, inmediatamente, la solución del problema a una entidad profesional, es fundamental si queremos reducir, realmente, los problemas y las consecuencias que éstas puedan causar en nuestros negocios.

Confiar en empresas especializadas en el control de plagas que certifiquen la efectividad de los tratamientos apropiados, como Anticimex, nos permitirá no incurrir en la posibilidad de aumentar el riesgo de sufrir los estragos causados por las ratas y ratones, y certificar su erradicación definitiva. Las pérdidas que puede suponer, no sólo en el panorama material, sino en el personal, con las correspondientes afectaciones al plano de la salud, devienen un riesgo innecesario, evitable

La prevención contra roedores -en cualquier bar o restaurante- es vital para el buen hacer del negocio, siempre y cuando lo hagamos en fiel cumplimiento con lo estipulado en la ley, la cual dictamina que deben ser empresas de control de plagas especializadas las que se encarguen de aplicar los tratamientos preventivos meritorios y acabar con cualquier problema originado por plagas en el sector.

Debemos evitar que los propios encargados y empleados intenten acabar con la problemática por sí mismos. Normalmente, cuando esto se sucede, los negocios incurren en afianzar el asentamiento y colaborar en la expansión de la plaga de roedores por el propio desconocimiento de las características de la colonia que les azota.

La aplicación de los métodos y procedimientos oportunos para el control de roedores en la hostelería se centran en una apropiada desratización. Ésta debe llevarse a cabo, principalmente, en dos zonas, las principales donde estas plagas, en restaurantes y bares, campan a sus anchas:

1. Cocinas y áreas donde se manipulen alimentos y bebidas
2. Zonas de almacenaje

En cada una de ellas, tras el estudio previo del caso, deberán emplearse los tratamientos indispensables, si bien, comúnmente, las formas más usadas son las trampas de capturas y los cebos rodenticidas, correspondientemente.

En Anticimex, además, disfrutamos del desarrollo de nuestro sistema inteligente Anticimex SMART, que no pierde de vista aquello que no queremos ver, desempeñando un control constante 24/7 y una reacción instantánea y proactiva, para acabar con los roedores.

Ratas y ratones son una de las plagas más populares en el sector hostelero, uno de los más vulnerables al achaque de éstas. Si cumplimos con todas las leyes, normativas y reglamentos de seguridad alimentaria, y velamos por la detección y prevención óptimas de estas plagas; lograremos disfrutar de la tranquilidad de ofrecer el servicio que nuestros clientes merecen, sin sufrir ninguno de los nefastos inconvenientes y complicaciones que provocan.

Confiar en empresas especializadas en el control de plagas que certifiquen la efectividad de los tratamientos de desratización -aplicados en el sector de la hostelería- como Anticimex; nos permitirá dar ejemplo de nuestro compromiso para con nuestros clientes y la ley, y no incurrir en aumentar el riesgo y peligros que suponer sufrir los estragos causados por estas plagas en bares y restaurantes.

Entidades como la nuestra, llevamos más de ochenta años dedicados al servicio del control de plagas. Gracias a ese tesón y vocación por nuestro trabajo, conocemos cada plaga y las particularidades que la componen. En el caso de los roedores, por ejemplo, no es lo mismo sufrir las consecuencias negativas de la visita inesperada de una plaga de ratas grises, negras o ratones. Sus diferencias se hacen palpables en su forma de actuar y, por consiguiente, de ser eliminadas. No ser conscientes de ello, puede suponer cooperar en su expansión y crecimiento. Profesionalidad y experiencia son necesarios para garantizar la erradicación de estas plagas y esto solo se consigue mediante la contratación de una empresa de control de plagas.

Una colonia de termitas se forma cuando el rey y la reina (reproductores primarios) se emparejan tras el vuelo nupcial y se entierran para iniciar una nueva colonia de termitas.

Una colonia de termitas se mantiene activa siempre y cuando tenga la capacidad de generar nuevos individuos. La labor reproductiva recae principalmente en la pareja real, dedicando su vida exclusivamente a esta tarea. Una termita reina puede vivir más de 25 años, durante los cuales, solamente se habrá dedicado a poner huevos. La gran longevidad de las reinas permite que las colonias puedan durar muchísimos años.

Pero ¿qué ocurre cuando los reyes de la colonia mueren? Las termitas tienen un plan alternativo para cuando la colonia alcanza el nivel de longevidad de sus reyes. Cuando éstos mueren (de forma natural o accidental), la emisión de las feromonas que inhiben el aparato reproductivo de los demás miembros de la colonia cesa.

Entonces, aparecen nuevos individuos fértiles conocidos como individuos neoténicos o reproductores de reemplazo. Estos individuos pueden ser tanto machos como hembras fértiles y se distinguen de los reproductores primarios por no tener alas, o tenerlas reducidas, y por presentar un tamaño similar al de las obreras. Este tipo de termitas se encarga entonces de la puesta de huevos, y por tanto, de que la colonia siga perdurando en el tiempo.

Normalmente, se suele producir la muerte de uno de los dos reyes. Si muere la reina, la colonia sale adelante con la aparición de una reina neoténica, que es fecundada por el rey superviviente y que se encarga de la puesta de los huevos. Si muere el rey, entonces aparece una mezcla de machos y hembras neoténicas. Como los neoténicos pueden surgir tanto de larvas, ninfas u obreras, siempre hay la posibilidad de que se formen nuevos individuos reproductores tras la muerte de la reina o del rey. Esto implica que la longevidad de una colonia de termitas pueda ser ilimitada en el tiempo.

Los insectos, como todos los artrópodos, tienen un esqueleto externo. Su función es múltiple.

Por una parte, da forma al individuo a través de una función de sostén. También permite la inserción de la musculatura del insecto, lo que les permite tener una fuerza desproporcionada en relación a su tamaño.

Además, proporciona una defensa contra la depredación y contra la desecación del individuo. El exoesqueleto está formado por una capa dura denominada cutícula, secretada por las células epidérmicas de la pared del cuerpo, y está formada por tres capas: la endocutícula, situada en contacto con la epidermis, la exocutícula, que es la capa intermedia, y la epicutícula, que es la capa situada en la superficie del individuo y que se halla en contacto con el ambiente.

Las dos primeras (endocutícula y exocutícula) están formadas por distintos materiales, los más importantes: la quitina y la esclerotina. Mientras que la quitina confiere elasticidad al exoesqueleto de los insectos, la esclerotina proporciona dureza.

La relativa proporción de cada uno de estos materiales genera exoesqueletos duros (como en el caso de algunos escarabajos) o elásticos (como en el caso de las orugas de mariposa). El principal inconveniente de la cutícula en los artrópodos es que no permite el crecimiento de los individuos.

Así pues, para que éstos puedan crecer, es necesario recurrir a un proceso de muda o ecdisis, en la cual, los artrópodos se desprenden de la cutícula vieja para formar una de nueva. En este proceso es vital la síntesis de nueva quitina o esclerotina para formar la nueva cutícula.

En el caso de las termitas, el crecimiento y desarrollo de los individuos requiere forzosamente de una serie de mudas que permita a la termita pasar de un estadio juvenil al siguiente, o para pasar de individuo juvenil a adulto. Como en este proceso es imprescindible la síntesis de quitina, su inhibición mediante productos químicos puede frenar el crecimiento de una colonia entera de termitas.

Las termitas son una de las peores plagas que puede llegar a sufrir una vivienda porque su presencia suele conllevar pérdidas económicas y daños estructurales importantes. Una de sus principales armas es el hecho de pasar desapercibidas durante las primeras fases de su establecimiento, y no es hasta que el daño sobre los elementos de madera es grave, cuando se suele detectar su presencia.

Es por ello que lo más aconsejable en cuanto se descubre la plaga es no perder más tiempo y contratar una empresa de control de termitas. En ese caso, es fundamental asegurarse bien de que la empresa contratada está especializada en el control de termitas.

Cada plaga presenta un comportamiento, biología y control distinto a las demás. Las termitas son insectos sociales, y como tales, su nivel de organización y capacidad de producción de nuevos individuos es excepcional. Esto implica que la plaga pueda llegar a alcanzar dimensiones considerables, lo que dificulta aún más su eliminación. Por ese motivo, existen varios tratamientos de control en función del tipo de termita y grado de infestación.

Es aconsejable informarse bien de qué son las termitas, cómo se comportan, qué daños pueden ocasionar y de qué métodos de control se dispone en la actualidad para combatirlas antes de contratar una empresa de control de termitas.

Una buena empresa de control de termitas debe disponer de técnicos especializados que puedan informar y resolver cualquier duda sobre la biología, comportamiento y control de la plaga.

Igualmente, es preciso saber que solamente las empresas registradas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios de Biocidas están capacitadas legalmente para realizar los tratamientos contra termitas. También es importante tener en cuenta que cualquier producto utilizado para el control de estos insectos ha de estar registrado como de uso ambiental en la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.

Por lo general, las termitas son insectos muy pequeños que tienen un tamaño promedio de unos dos centímetros de largo (como mucho).

Su cuerpo está dispuesto de diferentes partes:

• Extremidades: en total, cuenta con seis patas.
• Cabeza: está formada por un par de antenas y ojos, y tiene una mandíbula bastante sofisticada.
• Tórax: se divide en tres partes y, en las dos últimas, se encuentran cuatro alas.
• Abdomen: presentan divisiones de diez metámeros y hacia el final, encontramos pequeños cercos.

Las termitas mantienen un estilo de vida en comunidad, por lo que la especialización del trabajo y el respeto del mismo es imprescindible para un correcto progreso; de hecho, su sistema es bastante parecido al de las abejas y las hormigas. Para conseguir el éxito comunitario, las especies de termitas se dividen en tres castas: las reproductoras o reinas (ninfas, termitas aladas), los soldados y las obreras.

La reina (ninfas y aladas): es la figura más importante dentro del termitero y su tamaño puede oscilar entre los 1,3 cm a los 1,6 cm; la principal diferencia para con el resto es su color es que comparten cierto color obscuro con los machos. La termita reina es responsable de mantener y aumentar la población de la colonia.

Los soldados: son ejemplares que, anatómicamente, sobresalen del resto porque su cabeza es de forma rectangular y sus alas son más grandes que su propio cuerpo. Durante la época en la que las Termitas realizan su vuelo nupcial, los soldados bailan y pierden sus alas. La principal labor de esta casta es defender su grupo que, normalmente, suele ser mediante un ataque directo donde lanzan al enemigo un líquido pegajoso que actúa como defensa. Uno de los principales enemigos de las Termitas son las hormigas.

Las obreras: esta casta es la más servicial para con el resto del grupo y la más grande en número de integrantes. Son las encargadas de buscar alimento para todo el grupo, independientemente a la casta que pertenezca el resto para, así, agrandar el grupo; además, también se ocupan de la construcción de nuevos lugares para el grupo y siempre satisfacen las necesidades de los reyes.

A todas las castas de termitas les gusta alimentarse de madera o de cualquier objeto que contenga celulosa.  Sus lugares de residencia pueden variar según cada subespecie de ellas, ya que algunos termiteros pueden estar subterráneamente; pero, generalmente, obedecen requisitos más bien climatológicos, como que sean lugares cálidos y, en ocasiones, también deben ser lugares húmedos.

Aproximadamente, las colonias están formadas por unos cien mil ejemplares, por lo que, en términos mundiales, se estima que podrían existir alrededor de varios millones de especies de termitas. En una sola colonia, por ejemplo, puede haber unas setenta mil termitas con alas, lo que significa que están capacitadas para formar otras colonias propias.

Lo cierto es que estos pequeños insectos, son causa de muchos problemas en estructuras y lo peor de todo, es que puede tardarse mucho tiempo en averiguar a qué problemas nos enfrentamos debido a que trabajan en el interior de la madera.

En cuanto a las características habituales de una infestación, destacamos los techos rasos levantados o hundidos, polvo similar al aspecto del serrín, pilas de alas similares a escamas de pescado, entre otras. Las termitas atacan tanto madera vieja como nueva y son capaces de atravesar cualquier tipo de material de textura parecida al yeso o al pladur.

Estos daños pueden ser prevenidos fácilmente por inspecciones y tratamientos regulares. Nuestros técnicos especialistas examinarán y analizarán al detalle su propiedad, haciendo entrega de un informe mostrando los daños actuales, causas y consecuencias, además de un análisis preventivo para posibles ataques de termitas y cómo evitarlos.

Aplicando estas medidas en el momento oportuno, evitaremos el daño y el aumento del coste de reparación que podrá ocasionarnos. Por ello, es muy importante que permanezca con todos sus sentidos alerta para detectar la presencia de termitas.

Si encuentra algún indicio de infestación no dude en llamarnos, nuestros expertos en control y prevención de termitas eliminarán su problemática rápida y eficazmente

Las colonias de termitas pueden estar formadas por millones de individuos y causar daños en las estructuras de madera y hogares, generando graves desperfectos y costosas reparaciones. Una detección a tiempo de la presencia de estos insectos en tu propiedad es primordial para reducir los daños producidos por las termitas.

• ¡Abre los ojos y presta mucha atención! Inspecciona los elementos con contenido celulósico (madera, cartón, aglomerado, ..) de tu casa que estén en contacto con el suelo o paredes. Si detectas cualquier actividad, no te olvides de recoger una muestra del insecto para que un experto pueda identificarlo de forma correcta.
• ¿Montones de tierra o barro? Examina los tubos de tierra o barro y revisa que insectos hay en su interior. ¡No te olvides de la muestra! Ésta puede ser de gran ayuda para un técnico especializado.
• ¡Busca estalactitas! Las termitas construyen túneles de barro o chimeneas en forma de estalactitas que en ocasiones cuelgan de las vigas o techos.
• ¡Golpea la madera! Coge un martillo o un destornillador y revisa la carpintería de tu vivienda. Si la madera produce un sonido hueco o ésta se rompe con facilidad es muy probable que las termitas estén provocando daños importantes en su propiedad.
• ¡Mira por la ventana!  No se trata de observar las bonitas vistas que esta ofrece. Echa un ojo a ventanas y puertas, cualquier ondulación en la pintura puede llegar a ser un claro síntoma de infestación de termitas.
• En primavera, presta especial atención! Una vez año, las termitas aladas salen al exterior con el objeto de tratar de fundar nuevos termiteros. No las confundas con hormigas con alas. Para ver las diferencias consulta nuestros artículos sobre las termitas voladoras.

Toma estas precauciones anualmente y detecta las termitas en tu hogar, ¡el ahorro está en tus sentidos! Al hacer inspecciones cada año, te aseguras de que cualquier infestación de termitas no esté fuera de control.

Si detectas cualquier signo de termitas, llama a un experto para una inspección profesional completa y gratuita. Nuestros técnicos de control de termitas analizarán cada rincón de tu casa y realizarán un completo informe para así poder anticiparnos a futuras infestaciones.

Las infestaciones por termitas suelen pasar desapercibidas durante mucho tiempo hasta que los habitantes de una casa se percatan del problema. Esto suele suceder en el momento en el que los daños ya son evidentes y las estructuras afectadas ya han resultado seriamente dañadas.

Las termitas no solamente usan los elementos infectados como fuentes de alimento, sino que también los usan como cobijo o elementos de protección. Así pues, se alimentan del interior de la madera pero dejan intacto el exterior, dando la falsa sensación de que no hay ningún problema.

Aunque las infecciones por termitas suelen ser complicadas de detectar existen algunas pistas que informan sobre su presencia. No obstante, debemos diferenciar entre termitas de la madera seca y termitas subterráneas.

El síntoma más evidente de una infección por termitas, en este caso subterráneas, es la presencia de túneles de barro cruzando paredes o colgando en vigas de madera. Estos tubos los construyen las obreras para ir del nido (situado en el suelo) hasta la fuente de alimento (la madera que están atacando) sin exponerse al medio externo. Se pueden llegar a observar las termitas obreras circulando por el interior si los túneles se derrumban con el dedo, lo que indiscutiblemente es el síntoma más evidente de un ataque de termitas.

En el caso de las termitas de madera seca, no hay presencia de túneles de barro, pero como el nido lo hacen en la propia estructura que están atacando se pueden observar pequeños agujeros tapados con barro en su superficie. Debido a que el nido está dentro de la madera infectada, las obreras abren agujeros en su superficie para que los alados puedan salir al exterior y dispersarse, o bien, para lanzar al exterior los excrementos.

En ese caso, la presencia de pequeños excrementos cerca del elemento infectado sería otro síntoma de su presencia. Por supuesto, observar alados o restos de alas de termitas en la casa, también es un claro síntoma de infección por termitas en el hogar.

Asimismo, las ondulaciones de la pintura en la madera o la decoloración de la madera pintada con barniz, también indican que se está produciendo un daño en la parte interna de la madera, y cuando ya está muy dañada, la superficie puede incluso hundirse cuando se presiona con el dedo.

Las termitas se alimentan fundamentalmente de materiales que contengan celulosa como la madera. Hoy en día, todavía hay muchas viviendas que están construidas total o parcialmente por elementos de madera como las vigas de los techos.

Las termitas de la madera seca construyen su colonia dentro de las estructuras de las que se alimentan, por ejemplo marcos de puertas o ventanas. De este modo, las termitas de la madera seca no tienen que salir al exterior a buscar el alimento para la colonia.

Pese a la dificultad para detectar su presencia en las zonas infectadas, la existencia de los túneles de barro que usan para subir a los materiales que están destruyendo es uno de los signos fundamentales para su detección. Por ese motivo, en el caso de descubrir túneles de barro a lo largo de paredes o techos, es recomendable contactar cuanto antes con una empresa especializada en el control de termitas.